Cuando se trata de alfombras, se cree a menudo que el número de nudos es el factor más decisivo en cuanto a la calidad y precio de una alfombra.
Esto es así en el caso de las alfombras más exclusivas, como una Isfahan, donde la cantidad de detalles juega un papel muy importante. Sin embargo, cuando se trata de alfombras nómadas, alfombras de aldea o incluso los estilos más modernos producidos en masa, el número de nudos se hace menos importante. Una alfombra de aldea hecha con lana gruesa puede tener tan solo 40.000 nudos por metro cuadrado y sin embargo ser de la más alta calidad, mientras que una alfombra Tabriz más fina y con 200.000 nudos puede estar hecha con lana de baja calidad.
Ata que te ata
Esto no quiere decir que no se deba descartar el número de nudos por completo. En un día normal un tejedor puede hacer alrededor de 8.000 nudos y si tenemos en cuenta que el 70% del precio de una alfombra va relacionado con el trabajo de anudado, no se puede argumentar que el número de nudos no marque la diferencia en el precio.
Otra cosa a tener en cuenta es el dejar de comparar el número de nudos en las alfombras de diferentes países ya que el procedimiento de fabricación de las alfombras es muy distinta según el país o región en el que se hace. El número de nudos debe ir en resonancia con el tipo de alfombras que se comparan.